La
Fundación

Presentación

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La Fundación es un centro de estudio, investigación y promoción del conocimiento sobre el campo de los gobiernos locales y las comunidades autónomas. Con el objetivo de hacer importantes contribuciones académicas, la Fundación combina el trabajo de investigación interna con las comisiones de investigación externas para personas provenientes de las distintas disciplinas de las ciencias sociales.

Cuando, en 1986, se constituyó la Fundación Carles Pi i Sunyer de Estudios Autonómicos y Locales, los miembros fundadores quisieron hacer constar, en la escritura de creación, una digamos declaración de principios:

La recuperación de la democracia y de la autonomía ha supuesto para las instituciones públicas de Cataluña una transformación radical. Las Leyes vigentes y el Estatuto de Autonomía han permitido no sólo el restablecimiento de la Generalidad de Cataluña, sino también el inicio de un cambio profundo en el régimen de todas las demás instituciones y la apertura de un proceso legislativo de largo alcance y de evidente complejidad. Asimismo, el reconocimiento de los valores democráticos y del derecho al autogobierno han supuesto que el pueblo de Cataluña espere y reclame de las instituciones que lo representan la satisfacción de las nuevas necesidades y la respuesta a nuevos retos que surgen incesantemente. Así, pues, a la dinámica activa de la sociedad catalana se añaden la transformación política de las instituciones y la urgencia que éstas sean capaces de adaptarse a las nuevas contingencias y necesidades.
Estos requerimientos exigen, pues, de las instituciones públicas catalanas no sólo una voluntad política decidida y clara sino también un estudio profundo y riguroso de los problemas que este proceso conlleva en los ámbitos de las ciencias jurídica, política , económica y social.
Tanto la fecha de creación como el texto mencionado más arriba, revelan bastante bien las intenciones de fondo de la Fundación: apenas iniciada la etapa de desarrollo de la autonomía catalana en democracia, en pleno proceso de construcción institucional, la Fundación nacía con la firme voluntad de ocupar un lugar en el vacío académico - institucional del país: ser un punto de encuentro para académicos y especialistas en el análisis del desarrollo del llamado Estado de las Autonomías y, en paralelo, un centro de estudios sobre la modernización, democratización y mejora del gobierno local.
Los objetivos eran ambiciosos y los equipos de trabajo que se crearon, desde la propia Fundación o impulsados ​​por ésta, respondieron a los retos planteados con unos resultados notables: los informes anuales sobre las Comunidades Autónomas, informes especializados sobre la administración de justicia, las corporaciones locales, los análisis comparativos con otros países y administraciones de todo el mundo, etc. Las memorias anuales, presentadas en las reuniones del patronato de la Fundación, recogen los muchos trabajos, coloquios, seminarios, encuentros, publicaciones, etc ., hechos a lo largo de estos años.

Pero, por muy especializada que pareciera la tarea de la Fundación, ésta nunca ha perdido su vocación cívica, de servicio al país. En primer lugar, porque sus patrones fundadores son instituciones públicas, en segundo lugar, porque siempre, desde el mismo año 1986, la Fundación buscó el amparo, la colaboración y la participación de todas las instituciones del país, desde la Generalitat hasta los ayuntamientos. Buena prueba de este largo y constante esfuerzo es que, a fecha de hoy, podemos decir que la Fundación, bien a través de su patronato, bien a través de sus proyectos ( Observatorio de Gobierno Local, Consejos Comarcales, Banco de Buenas Prácticas, análisis de la legislación local, etc .), se ha convertido en un referente para estas administraciones.

La Fundación Carles Pi i Sunyer tiene dos singularidades que la hacen una institución única e indispensable. En primer lugar, su tarea principal de análisis, asesoramiento técnico y académico sobre la legislación que afecta al mundo local, la creación de herramientas de trabajo para la modernización y mejora de la administración local, las tareas asociadas en el mundo de la mediación, las buenas prácticas, la ordenación territorial, etc., la convierten en el principal centro de trabajo de este tipo en Cataluña y, probablemente, en el resto de España.

La segunda singularidad es la existencia, dentro de la Fundación, del Arxiu Carles Pi i Sunyer, formado por la documentación y publicaciones que la familia Pi - Sunyer Cuberta legó a la institución en el momento de ser fundada. Quizás este hecho ya habría justificado que la Fundación recibiera el nombre que la preside. Pero hay otro elemento, de carácter más simbólico, si se quiere, que lo explica mejor: Carles Pi i Sunyer, ingeniero, escritor, ensayista, poeta, etc., fue consejero de la Generalidad de Cataluña, alcalde de Barcelona y ministro del gobierno español. Es decir, personaliza todo lo que quiere ser la Fundación: un lugar donde analizar el funcionamiento de la administración pública en todos sus niveles y en todas sus realidades territoriales, de forma vertical (de los ayuntamientos a la Generalitat) y en sentido transversal (de Cataluña en España, la cooperación entre administraciones territorialmente diferentes).

La Fundación nació con la voluntad de servir al país, a todas sus instituciones, y hay que decir que trenta y tres años después de su arranque lo ha conseguido, se ha consolidado como un espacio de análisis, estudio, trabajo, colaboración y cooperación, único en su género.